He plantado rosas en tus botas, en tu sombrero crece el alhelí.
Mientras te espero en mi única y eterna noche, sobre mí caen los días como jirones de una carta rota. Los junto y deletreo una a una tus palabras de amor. Pero es poco lo que puedo leer, pues cada tanto aparece una grafía desconocida y en tu carta se introduce un fragmento de otra carta, se funden con mi noche un día y una carta ajenas. Espero el día en que llegues, cuando las cartas y los días ya no sean necesarios. Y me preg [...]
Leer m?s...